Me tiro en la cama, cierro los ojos e intento dormir. Nada.
Me giro y me acuesto sobre mi espalda (duermo de costado). Nada.
Me auto-digo cosas para convencerme de que dormir está bien. Aún así, nada.
En mi cuarto hace frío.
Estoy sola.
Fuck it, me siento sola.
¿Por qué es tan fácil soñar despierta pero tan difícil hacerlo cuando hay que dormir?
Insomnio.
Me harté. No me quiero sentir así.
Me soborno a mi misma, tanto como acabo de hacerlo para ir a la facultad.
¿A esto se reduce mi vida?
No, no lo creo.
Creo que no se reduce.
Bah, me rehuso a dejarme pensar que se reduce.
Porque mi vida es un inmeso whatever de posibilidades. ¿No?
Espero. Quiero esas posibilidades.
No, mentira. No quiero nada.
Quiero cerrar los ojos y dormir bajo la luz de la luna y las estrellas.
Quiero sentir compañía y no estar así.
Quiero millones de cosas dichas sin decirlas.
Quiero millones de esas miradas que la gente suele tener que practicar para lograr.
Quiero mirar a una persona de manera diferente, y lo hago...sólo que sin mirarla.
Quiero entender las cosas y a la ver perderme en el sin sentido.
Wow, mi cabeza le acaba de cambiar el sentido a esa misma oración.
Increíble lo que una tilde podría hacerle.
Increíble la vida por todo lo que ha hecho en este par de pares de meses.
Continúo con lo que quiero:
quiero amaneceres en los que no me tenga que arrastrar fuera de la cama.
(Eso es mentira.
Lo que yo quiero es que haya una verdadera razón para quedarme acostada.
Compañía. No lujuria. Genuina compañía.)
Quiero poder ignorar lo que me dice el reloj y perderme,
pero eso no me sale sola.
¿Me ayudas a perderme?
Con un par de palabras lo lográs, y ya está: yo feliz. Tu culpa. Nuevamente.
En fin, me voy con un pensamiento en especial en mente.
¿Cuál?
No lo digo. Esta vez me lo callo para mantener la intriga.
(Mentira. Es que ya me lo olvidé)
¿Y esta honestidad repentina?
Yo no soy así. ¿Qué me pasó?
Ah, cierto. Ya sé qué me pasó.
Quiero que siga pasando. Y que siga y que siga y que siga y siga.
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