26.8.10

Terminar un libro te deja un sabor agridulce. Es como despedirse de un novio, un amante o un festejante (como diría mi tía, aunque no lo sé, porque nunca tuve uno de estos): uno mira para atrás para recordar las cosas lindas, y a medida que uno camina y se aleja de la imagen, de las palabras, de las personas, ese sentimiento lindo se convierte en simple y llana desesperación. Y sí, está bien, no me siento exactamente "desesperada" en este momento por haber terminado de leer el libro que estaba leyendo, pero lo extraño (casi tanto como extrañé a high fidelity, pero no del todo por lo que significó ese libro para mí) y las últimas dos o tres páginas fueron dolorosas. ¿Es normal eso o soy la única persona extraña e idiota que se pone mal al terminar un libro (realmente mal)? Es más, la analogía libro-amor puede ser llevada un poco más lejos. Una vez que el libro termina, y uno con esperanza empieza otro, a veces sigue mirando para atrás y recuerda lo que pasó con él (aunque de esto tampoco puedo opinar mucho, porque no ha habido mucho amor desde que corté con el único novio que he tenido).
En fin, no sé. No sé si soy extraña, loca o neurótica. Capaz es una mezcla de todas las anteriores, como en un multiple choice engañoso. Sin embargo, sé que en este momento, sea cual sea la razón, los personajes del libro que acabo de empezar no me caen bien porque los comparo con Marcus y Will y Fiona, como ellos sufrieron la comparación con John Cusack (sí, el personaje en mi cabeza SIEMPRE va a ser John Cusack por más mala que haya sido la versión película) y como él sufrió la comparación con Jess, mi amor imposible JJ, Martin y Maureen y así yendo para atrás con todos los libros que leí y me gustaron. Wow, todo eso fue una sóla oración.
Listo, ya está. Me lo saqué de adentro. Ahora me quedo con "¿a alguien más le pasará esto?" revoloteando en mi cabeza, pero no con el peso de que odio a estos personajes nuevos y extraño a los viejos. Ojo, eso no aplica exactamente a mi analogía libro-amor.
Eso último me deja pensando en algo más loco todavía y ahora mi cabeza va a mil por hora. ¿Cómo puede ser que extrañe y recuerde las palabras de un personaje ficticio y no los besos o lo que sentía con la persona a la que amé por primera vez durante más de tres años? "Loco" es la palabra correcta, por no decir enfermizo.

2 comentarios:

Loohan dijo...

La difencia primordial entre el amor y los libros está en que, si extrañás a sus personajes y las sensaciones que te dejan, siempre podés volver a leerlo..

pagliaccio dijo...

A veces también se puede "releer" el mismo amor, pero siempre termina igual.

Como en los libros.