21.8.10

Había una vez, en un lugar no muy lejano a donde estás parado (o sentado), un príncipe, una princesa y una estrella. Juntos, vivieron el amor más puro e inocente que uno puede llegar a pedir. Pelearon contra dragones, escalaron montañas, destruyeron paredes e incluso le ganaron la batalla a una bruja malvada. Y si bien el final de esa historia no es el que muchos desean o esperan cuando comienza una historia de amor y magia, estoy segura de que el punto final de las vidas de tanto el príncipe como la princesa involucra un "vivieron felices para siempre". Sí, a la distancia. Ya no están más juntos, y de su amor, simplemente quedan recuerdos que se desvanecen con el tiempo. Aún así, la historia de esa estrella que salvó a la princesa del mundo horrendo en el que se había atrapado, y las palabras dulces y hermosas que se dijeron durante sus aventuras, siempre estarán a sus lados.

Ya no dudo de nuestro amor ni cuestiono lo que sentí. Lo recuerdo con una sonrisa en la cara y con esperanza de que lo vuelvas a encontrar en algún momento. Aún si nunca lees esto, espero que de alguna manera sepas que te quiero.

No hay comentarios: